



La siguiente clasificación está basada en los parámetros determinados por el USDA y reflejan la cantidad de grasa intramuscular por pulgada cuadrada de tejido muscular






La cadena de frío no se limita solo a la producción y el procesamiento, sino que se también cubre la distribución, el almacenamiento y la etapa previa a la preparación o consumo final, siendo el caso de una mesa fría de bufet o un refrigerador de exhibición para venta al por menor. En cada etapa, desde el centro de procesamiento hasta los minoristas y restaurantes, es esencial mantener la temperatura adecuada para prevenir la contaminación y el deterioro del producto por desarrollo bacteriano que reduce drásticamente la vida útil del producto e incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos (ETAS).

El ahumado es una técnica que consiste en someter alimentos al humo. Este humo proviene del quemado de maderas no resinosas, ya sea en trozos, chips o aserrín. Este proceso da a los alimentos sabores ahumados, colores y texturas diferentes según la receta que se siga.

Guiso que consiste en un alimento condimentado con aceite, vino o vinagre, ajo, cebolla y varias especias, puesto todo en crudo en una vasija bien tapada para que cueza a fuego lento sin que pierda vapor ni aroma.

Es una técnica culinaria que consiste en cocinar un alimento mediante su inmersión en una grasa o aceite a alta temperatura. La temperatura del aceite en una buena fritura, puede oscilar entre los 150 y los 175ºC. Con la fritura, se consigue que la superficie del alimento adquiera una característica textura de apetecible color dorado. Se trata de un método rápido, muy versátil y sabroso, pero también mucho más calórico que otros métodos de cocción, debido a que el alimento tiende a absorber parte del aceite de la fritura.

El fuego lento asegura una cocción más suave que la ebullición, evitando que los alimentos se endurezcan o rompan. La cocción a fuego lento suele ser un método rápido y eficiente de cocinar.

Es un paso que les dará a tus comidas un sabor mucho más exquisito. Consiste en sumergir la carne en una mezcla de ingredientes durante un tiempo determinado antes de cocinarlas.

Asar a la parrilla o a las brasas es una técnica de cocción en la que se aplica calor seco directo al alimento a una temperatura entre 160 y 180 °C, y donde el calor proviene de las brasas naturales. Esto le da al alimento un sabor especial gracias al aroma que desprende el carbón o la leña con la que se está calentando la parrilla.

Podemos definirlo como: un ingrediente cocido directamente en aire caliente o fuego. Se obtiene una textura crujiente mientras que en el interior se mantiene suave.